te muerdo los labios secos y fríos. No me interesa saber si estamos confundidos o no. La verdad es que sólo disfruto de los besos apretados, de tus manos que delicadamente trazan todo, de esta escalofrio que empieza a recorrerme. Ya estoy sabiendo que no podré hacerme la señorita hoy, que no me resultará.
Sigues por mi cuello, bajas, y ya estoy algo más húmeda. Tu ropa está saliendo tan rápido como la mía. Al trasluz veo la sombra de ambos, me río y grito.No me contengo y quiero seguir y seguir.
¿amaneciendo ya?
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