jueves, 30 de septiembre de 2010

Me abrazo a la mesa, sosteniéndome en ti.
Me atraes, me empujas, me dices que te gusta.
Yo, siento

martes, 28 de septiembre de 2010

Regalo de cumpleaños

Te llevo a mi departamento, poniendo cara de ingenua. Dejo que hagas como que dominas la situación. Dejo que mis pechos te rocen el torso mientras enredo tu pelo. Separo mi cara y me pongo a besarte lo que me queda de tu cuello, de tu espalda, de tu ingle. Rozo suavente por donde estás más intranquilo. Como una quinceañera virgen que torpe intenta hacer todo a la vez, aqui me quedo disfrutando de sentirme tan cómoda. Este será mi presente, aunque no te lo diga.

Me quitas la ropa, mientras abro los ojos y te veo sonreir.Hago como que sé lo que hago. Juego un rato a que yo te llevo, libero mi imaginación y extrañamente mantenemos un silencio que no me incomoda. Te beso, te destapo,me doy vueltas, nos reímos a carcajadas. De fondo escucho un blues, donde te repito, como un mantra, como me gusta el silencio contigo, como me gusta cuando te rìes, como me gusta cuando me penetras tú. Toda es tan sencillo y tan normal, entras como si fuera tu casa, yo dejo que te quedes, que vuelvas y que vuelvas a venir, sin relajo.
Me duermo cansada y plena. Quizá cuando despierte pdríamos seguir...si?

Y claro, este era mi verdadero regalo de cumpleaños.El otro era sólo un simbolismo.
Tras mi cuello, rozándome toda la espalda,siempre el mismo juego.
Yo estoy bailando, cuando te apareces con los ojos profundos, la sonrisa cómplice. Me quitas de cualquiera que esté jugando a hacerse el interesante.Contorneas cerca, rozando, mirando, acercándose. Repasas por donde pasaste con tu boca tibia y vuelves a mirar...cómo me gustan tu mirada! Me quedo mojada de tu sudor, envuelta en ese hálito de luz.

lunes, 31 de mayo de 2010

Te digo al oído que me encantaría que hoy te dedicaras a hacerme quejar y reir.Te lo digo como jugando, como para decir algo, porque contigo nunca se sabe. Te ries tú, tomas un trago largo y te ríes, dejando el vaso a mi lado, cerca, rozándose las mejillas, los brazos, las piernas. Me miras y no me dices nada. Y te vas a otra escena, con otras gentes y no me vuelves a dirigir ni una mirada si quiera.

Avanzada la noche y luego de un largo silencio, vienes.
Vienes con esa mirada tranquila, inmutable. Cuando me abrazas,me sobornas con la firmeza de tu entrepierna y no me resisto ¿cómo hacerlo? Me tomas de la mano, me despido con la mirada de la escena al pie de la escalera, apenas alcanzo a tomar mi bolso. Subimos al auto, que empieza a andar tan rápido, cuando no me doy cuenta ya estamos al pie de la otra escalera.

Te entrego mis pechos, que te miran deseosos de tus atenciones,y en esa sensación de entre sueño;recito oraciones mientras me recorre ese vaivén hacia tu cuerpo, mientras busco, encuentro y mimo tu cuello y pecho húmedo. Abro los brazos, te brazo, se me ocurren nuevas maneras de también agradarte, agradecida d elas atenciones y de las risas. Agraciada por tus ojos que me miran.Adormecida por el vaho del placer que me recorre cosquillosa y delirante.

Entras y empiezas a decir como la misa,una serie de frases, pero no entiendo todo. Escucho un silencio tan agradable. Me río y te digo a todo que sí.

Duermo desnuda, abrazándote la espalda.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Te llevo a un paseo por el lugar. Buenos Aires es una ciudad tan agradable para pensar de a dos!

Caminamos abrigados, calentando las manos, calentándonos ¿corramos? Florida, Defensa, Alte Brown. Entre las murgas, los artesanos, tu boca que me detiene a veces. Mi boca que te muerde y mi mano que empieza a moverse entre los abrigos para empezar.

Esta noche me voy a tu hotel, el que tiene los brillitos dorados.A la entrada, en el piso quedan los abrigos...¡¿cuánto hemos esperado para tenernos otra vez? Ya conoces el camino, ya lo conoces.Vas moviendo, vas besando, succionando, diciendome cosas . Yo ya conozco a donde ir, ya sé.Bajo, subo, te muerdo, me sumerjo en la sensación que estoy sintiendo y te voy transmitiendo. Las ventanas también desnudas, el calor que se siente aquí contrasta con el frío y la nieve de allá afuera.Allá,en la ventana de enfrente, se ve hasta un mono de nieve derritiéndose. Entras otras veces. Otras.Yo cierro los ojos, me río, me río. Te dije que sólo podía estar con personas que conocía hace un rato? De lo que más me río es de todo lo que ha pasado para que estemos hoy aquí.

Sigo montada en tu grupa, sigo pidiéndote que una y otra vez estés en mí.

martes, 20 de abril de 2010

Yo estoy bailando, cuando te apareces con los ojos profundos, la sonrisa cómplice. Me quitas de cualquiera que esté jugando a hacerse el interesante.Contorneas cerca, rozando, mirando, acercándose. Tras mi cuello, rozándome toda la espalda,con sinuosa metodicidad.Repasas por donde pasaste con tu boca tibia y vuelves a mirar...cómo me gustan tu mirada!

Seguimos el camino de siempre,empezamos como siempre con ese juego. Qué tenemos ambos que no nos dejamos tranquilos?
Tu boca y la mía se conocen,saben morderse entre la oscuridad. Contra la pared,y con una dulce agresividad enfrentamos los besos al calor del momento.No te doy lugar a dudar...mis manos frías dentro de tu ropa.
Nos vamos a tu cama, a la que no necesito luz para saber donde está.
Nos reconocemos como siempre.Ponemos la música fuerte, tú sábes de cual. Tú sábes.
Entras, exhalo, desfallezco.

domingo, 21 de marzo de 2010

La verdad, estaba esperando que me llamaras. Sabía que no podríamos despedirnos así, como si nada. Te dije que después de ese sábado las cosas cambiarían entre ambos, que no podíamos seguir haciéndonos los tontos, jugando a que no nos pasa nada.

Abres la puerta y sorpresa! Me encuentro con tus ojos brillantes mirándome como cuando bailas y me rozas, cuando nos decimos cosas, como cuando se entibian nuestros pensamientos respecto al otro.Cuando nos ponemos a pensar en el otro en el mismo lugar que fue la primera vez que nos topamos desnudos.

Me invitas a tomar asìento, pero yo quiero bailar. Subo la música, mientras tú das vueltas por el departamento. Cuando vuelves, yo estoy bailando, cuando te apareces con esa, la sonrisa cómplice. Contorneas cerca, rozando, mirando, acercándose. Repasas por donde pasaste con tu boca tibia y vuelves a mirar... Me quedo mojada de tu sudor, envuelta en ese hálito de luz que entra por la ventana desnuda. Recorres mi pecho y yo te pido que esta vez lo hagas con fuerza, que quiero que el recuerdo de tus manos se me quede impregnado por el tiempo que no nos veremos. Deshaces los nudos de los pabilos del vestido, vas besando cada centìmetro, de esos que estàn temblorosos y ansiosos de que nos fundamos pronto.

A pasos torpes y a besos apretados nos vamos acercando a tu cama. Sí, la que ya conocí hace un tiempo. La misma en la que me quedaría más de alguna de estas noches, pero ya lo decidimos así.Después de esta noche, nada. Aprovechemos.

Bajo hasta que quedo lista para besarte a tí, saborearte. Aprovecho también para recorrerte, para pasar con mis uñas por tu espalda. Siento más ansiedad.Tú ya en mí, abres los ojos y te ríes. Yo me estoy riendo hace rato...no te das cuenta que estaba todo planeado para que hoy nos quedáramos juntos? Sigues hablando, recordando detalles que jamás pensé te acordarías, recordando fantasías de cuando nos íbamos a juntar otras veces. Quiero que esta noche no se acabe.

Suspiro, mi pelo se desordena.Cambiamos, yo ahora llevo el ritmo. Cuando me hablas me vuelvo a reir, vuelvo a cerrar los ojos y a recordar que esta será la última vez. Mis piernas se quedan enredadas contigo. Vamos de nuevo?

jueves, 28 de enero de 2010

Se acaba de ir el sol y nosotros recostados mirando en la arena de esa playa cuica.
Mi cuerpo aún tirita por el agua fria del mar y me acurruco a tu lado, apoyando los labios entre tu barbilla y tu hombro.

Tus labios están tambien frios ( te dije que me encanta agarrarte a besos cuando están así?) se acercan peligrosamente a mis labios sensibles. Se detiene el tiempo.

Mientras tus manos escondidas tras la toalla que intenta taparnos se entromete entre el bikini y mi piel, entre mis temblores y mis primeros suspiros.Entre un pudor aprendido ( que olvido rápido la verdad) y mi ropa (la de dentro y la de fuera)que se van cayendo como la arena. Tras la toalla y la primera oscuridad, te escucho decir mi primer nombre, con ese color café azulado, como pastoso, soplado, grueso. Varias veces repites mi nombre, me gusta.

Sigo masajeándote. Sigues tú, sigo yo.
Ahora los dos estamos húmedos de mar. Húmedos.

Tú ya en mí, yo empapada de ti. Te comento,(esperando que no malinterpretes) que por mí, me quedaria el resto de la vida aqui y que me encanta esta sensación.

Me abrazas fuerte, se detiene otra vez el tiempo.