jueves, 28 de enero de 2010

Se acaba de ir el sol y nosotros recostados mirando en la arena de esa playa cuica.
Mi cuerpo aún tirita por el agua fria del mar y me acurruco a tu lado, apoyando los labios entre tu barbilla y tu hombro.

Tus labios están tambien frios ( te dije que me encanta agarrarte a besos cuando están así?) se acercan peligrosamente a mis labios sensibles. Se detiene el tiempo.

Mientras tus manos escondidas tras la toalla que intenta taparnos se entromete entre el bikini y mi piel, entre mis temblores y mis primeros suspiros.Entre un pudor aprendido ( que olvido rápido la verdad) y mi ropa (la de dentro y la de fuera)que se van cayendo como la arena. Tras la toalla y la primera oscuridad, te escucho decir mi primer nombre, con ese color café azulado, como pastoso, soplado, grueso. Varias veces repites mi nombre, me gusta.

Sigo masajeándote. Sigues tú, sigo yo.
Ahora los dos estamos húmedos de mar. Húmedos.

Tú ya en mí, yo empapada de ti. Te comento,(esperando que no malinterpretes) que por mí, me quedaria el resto de la vida aqui y que me encanta esta sensación.

Me abrazas fuerte, se detiene otra vez el tiempo.