domingo, 21 de marzo de 2010

La verdad, estaba esperando que me llamaras. Sabía que no podríamos despedirnos así, como si nada. Te dije que después de ese sábado las cosas cambiarían entre ambos, que no podíamos seguir haciéndonos los tontos, jugando a que no nos pasa nada.

Abres la puerta y sorpresa! Me encuentro con tus ojos brillantes mirándome como cuando bailas y me rozas, cuando nos decimos cosas, como cuando se entibian nuestros pensamientos respecto al otro.Cuando nos ponemos a pensar en el otro en el mismo lugar que fue la primera vez que nos topamos desnudos.

Me invitas a tomar asìento, pero yo quiero bailar. Subo la música, mientras tú das vueltas por el departamento. Cuando vuelves, yo estoy bailando, cuando te apareces con esa, la sonrisa cómplice. Contorneas cerca, rozando, mirando, acercándose. Repasas por donde pasaste con tu boca tibia y vuelves a mirar... Me quedo mojada de tu sudor, envuelta en ese hálito de luz que entra por la ventana desnuda. Recorres mi pecho y yo te pido que esta vez lo hagas con fuerza, que quiero que el recuerdo de tus manos se me quede impregnado por el tiempo que no nos veremos. Deshaces los nudos de los pabilos del vestido, vas besando cada centìmetro, de esos que estàn temblorosos y ansiosos de que nos fundamos pronto.

A pasos torpes y a besos apretados nos vamos acercando a tu cama. Sí, la que ya conocí hace un tiempo. La misma en la que me quedaría más de alguna de estas noches, pero ya lo decidimos así.Después de esta noche, nada. Aprovechemos.

Bajo hasta que quedo lista para besarte a tí, saborearte. Aprovecho también para recorrerte, para pasar con mis uñas por tu espalda. Siento más ansiedad.Tú ya en mí, abres los ojos y te ríes. Yo me estoy riendo hace rato...no te das cuenta que estaba todo planeado para que hoy nos quedáramos juntos? Sigues hablando, recordando detalles que jamás pensé te acordarías, recordando fantasías de cuando nos íbamos a juntar otras veces. Quiero que esta noche no se acabe.

Suspiro, mi pelo se desordena.Cambiamos, yo ahora llevo el ritmo. Cuando me hablas me vuelvo a reir, vuelvo a cerrar los ojos y a recordar que esta será la última vez. Mis piernas se quedan enredadas contigo. Vamos de nuevo?