lunes, 31 de mayo de 2010

Te digo al oído que me encantaría que hoy te dedicaras a hacerme quejar y reir.Te lo digo como jugando, como para decir algo, porque contigo nunca se sabe. Te ries tú, tomas un trago largo y te ríes, dejando el vaso a mi lado, cerca, rozándose las mejillas, los brazos, las piernas. Me miras y no me dices nada. Y te vas a otra escena, con otras gentes y no me vuelves a dirigir ni una mirada si quiera.

Avanzada la noche y luego de un largo silencio, vienes.
Vienes con esa mirada tranquila, inmutable. Cuando me abrazas,me sobornas con la firmeza de tu entrepierna y no me resisto ¿cómo hacerlo? Me tomas de la mano, me despido con la mirada de la escena al pie de la escalera, apenas alcanzo a tomar mi bolso. Subimos al auto, que empieza a andar tan rápido, cuando no me doy cuenta ya estamos al pie de la otra escalera.

Te entrego mis pechos, que te miran deseosos de tus atenciones,y en esa sensación de entre sueño;recito oraciones mientras me recorre ese vaivén hacia tu cuerpo, mientras busco, encuentro y mimo tu cuello y pecho húmedo. Abro los brazos, te brazo, se me ocurren nuevas maneras de también agradarte, agradecida d elas atenciones y de las risas. Agraciada por tus ojos que me miran.Adormecida por el vaho del placer que me recorre cosquillosa y delirante.

Entras y empiezas a decir como la misa,una serie de frases, pero no entiendo todo. Escucho un silencio tan agradable. Me río y te digo a todo que sí.

Duermo desnuda, abrazándote la espalda.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Te llevo a un paseo por el lugar. Buenos Aires es una ciudad tan agradable para pensar de a dos!

Caminamos abrigados, calentando las manos, calentándonos ¿corramos? Florida, Defensa, Alte Brown. Entre las murgas, los artesanos, tu boca que me detiene a veces. Mi boca que te muerde y mi mano que empieza a moverse entre los abrigos para empezar.

Esta noche me voy a tu hotel, el que tiene los brillitos dorados.A la entrada, en el piso quedan los abrigos...¡¿cuánto hemos esperado para tenernos otra vez? Ya conoces el camino, ya lo conoces.Vas moviendo, vas besando, succionando, diciendome cosas . Yo ya conozco a donde ir, ya sé.Bajo, subo, te muerdo, me sumerjo en la sensación que estoy sintiendo y te voy transmitiendo. Las ventanas también desnudas, el calor que se siente aquí contrasta con el frío y la nieve de allá afuera.Allá,en la ventana de enfrente, se ve hasta un mono de nieve derritiéndose. Entras otras veces. Otras.Yo cierro los ojos, me río, me río. Te dije que sólo podía estar con personas que conocía hace un rato? De lo que más me río es de todo lo que ha pasado para que estemos hoy aquí.

Sigo montada en tu grupa, sigo pidiéndote que una y otra vez estés en mí.